... no voy a rendirme. Una llave apareció a mis pies, y en el bolsillo, un grillo que dormitaba , despertó anunciándote. De repente: erguido, sonriente, presto y más que nunca valiente, abandoné el gueto de mi espera para presentarme ante ti.
Una flor por una palabra
un suspiro por un beso
un antojo por miel de cerezo
una piedra llorona por un "te quiero"
un ramo de risas...ummmm.. ¡¡¡gratis!!!
Así empezamos a vaciar nuestras alforjas.... perdí la cuenta; pero lo que si parecía es no importarnos cual fuera el trueque, sólo seguir serenos, sabiendo que nuestras sacas se adivinaban eternas.
así quiero verte siempre: "más que nunca valiente"! por cierto, que bonito ese trueque...me lo pido...muak
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