jueves, 8 de enero de 2009

La llave




He descubierto, mediante aliados invisibles, que tú y yo, jamás nos encontraremos.
Tú me pensarás, yo te pensaré; y de ese discurrir surgirá el poder , que sembrará en otros ojos tu inexorable presencia.
Para qué agotarse; vivamos desde ya, encarnados en otros labios, el placer de tocarte a través de otra piel.
Encuéntrame mañana mismo, y que termine este cirio, este temblor de miradas deshojando transeúntes. Porque sostengo cada día la esperanza de hallar tu luz tras el siguiente rostro.
Quizá sea por designio divino, este prolongado calvario, pero llegó hasta mi sueño el regalo de tu existencia, y ahora no hay retorno: o vivirte, o vagar suspendido en la espera, inmortal. Pues sólo tú posees la llave que vacía mis razones.

3 comentarios:

  1. Cuando la dueña de esa llave quiera abrir esa puerta de emociones que tienes, la explosión sérá tal, que nos tendrás ojipláticos durante años.
    Un besillo escapado por la cerradura de tu puerta. :-)

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  2. no pierdas la esperanza y visualiza en positivo, para que la magia y lo inexplicable que ya habita en ti permanecan siempre ahí...besos

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  3. Hola guapo! soy Fátima del curso del entrenamiento del actor. Me ha fascinado tu poema, casi creo que me he enamorado otra vez. Un besazo.

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