Van a quedarse sin cobijo las madrugadas
van a teñirse de todas mis hazañas
verás el cielo temblando de esperanza
verás la mar meciéndose embarazada
de peces que suspiran alboradas.
Las gotas de rocío serán notas musicales
anunciando en fe sostenido lo imparable;
vendiéndonos gratis la grandeza
de saberse pieza imprescindible
de este cielo que algunos llamamos tierra.