martes, 13 de diciembre de 2011

Rescatando escritos. (año 1.997)

Que no termine tu esencia,
que tu ternura envuelva el aire,
que tus manos rodeen sin parar
palabras de marfil.

Que la melodía de tus ojos
me haga por siempre soñar.
Que tu vida no se perfore en vano,
que palpiten las luces sin parar
anunciando el momento presente.

Que las lágrimas adornen tu mirada
plena de mí.
Que mi mirada rebose de vida
mientras tú me miras.
Que tus labios pellizquen mis pómulos
hasta llegar a los míos.
Que tu sonrisa sea razón suficiente
para mi constante existir.

Me has dado vida;
y yo sin embargo
no sé qué te doy a ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario