martes, 13 de diciembre de 2011

…dejaré que la suerte se ría de mí
dejaré que los trenes me pasen de largo.

Me quedaré en el andén de tu mirada; esperando.
Esperando sin atajos, cubriendo cada paso del camino
con lo único que se hacer: quererte.

Dejaré que la vida me traiga la muerte
no me importará que mis bolsillos
se llenen de días vacíos.

En un otoño perpetuo
mis versos se irán deshojando
mi pluma aguardará paciente
ese mágico instante
donde por fin me sonría
la divina Concepción.

Rescatando escritos. (año 1.997)

Que no termine tu esencia,
que tu ternura envuelva el aire,
que tus manos rodeen sin parar
palabras de marfil.

Que la melodía de tus ojos
me haga por siempre soñar.
Que tu vida no se perfore en vano,
que palpiten las luces sin parar
anunciando el momento presente.

Que las lágrimas adornen tu mirada
plena de mí.
Que mi mirada rebose de vida
mientras tú me miras.
Que tus labios pellizquen mis pómulos
hasta llegar a los míos.
Que tu sonrisa sea razón suficiente
para mi constante existir.

Me has dado vida;
y yo sin embargo
no sé qué te doy a ti.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Carta de un amado a su amada

Hola Vida de mí Vida;
te escribo en estos momentos en que un inesperado tema musical me acerca a la sensanción que me inundó el otro día, y que por fortuna presenciaste... te la envío, para que una vez más me conozcas por encima del tiempo, que sepas el ser en el que me convierto cuando la virtud de tus latidos marca mis pasos. Te quiero con el alma suicida; no quiero más amar, porque todo fuera de tu aura es meramente terrenal. Deleítate con esta maravilla como yo lo hago, piensa que mi rostro se muestra sumiso ante tanta perfeción, y que contigo comparto en alma y tiempo esta sublime melodía.

Yo, que cada vez soy más tú.



(Tema musical de Mendelssohn – Song of the Gondolier

sábado, 10 de diciembre de 2011

Por qué pierdo el tiempo en lo aparentemente posible, cuando lo que verdaderamente me hace feliz es lo inevitable.