jueves, 10 de septiembre de 2009

Pareciera ser que insisto, pero nada más lejos de mi intención. Sólo hago lectura humilde de lo que en mis entrañas se asienta con agradable armonía. No me aferro, sólo recurro al gozo que me provoca el recuerdo de lo que se sostuvo como un sueño, que no se hizo dogma. No más me reservo alegría al pensarlo, y he de aclarar que , en ningún momento apareció disfrazado de expectativa.
Pura vivencia gerundia, respirando sonrisas me sorprendí cada día. Quizá el análisis racional de los primeros instantes, me hizo colocar un telón de pesado pánico. Mi mente jugaba a empujar la imaginación al la luz de la realidad; a la forma, al verbo, a la sentencia que te hace pensar que es tu última oportunidad. Pero esto es así, cuando dudas del perfecto engranaje que soporta el universo, la misma prueba con diferente escenario, se te presenta.
He llegado a una conclusión; el intervalo de tiempo que tardo en volver a cuestionarme el perfecto transcurrir de los acontecimiento, es baremo que evalúa en que estado se encuentra el sendero que he elegido para ir viviendo.
No aspiro a eliminar ninguna de mis sensaciones, intento vivir en ese fluir sin despreciar experiencia alguna, porque incluso esta exposición que plasmo en este instante, se adivina pieza inevitable del equilibrio en el que hace tiempo deposité mi fe.

1 comentario:

  1. Ten esperanza de que tus elecciones fueron acertadas y que ese equilibrio es facil de conseguir y mantener... te echo de menos siempre y también por aquí... un beso.

    ResponderEliminar