sábado, 15 de septiembre de 2018


Morando
sin anhelos
sin sueños por fraguar,
entregado al cambio;  lleno de fe.

Ya  transcurría moribunda mi parte humana cuando llegaste de ese lugar divino
donde sólo la mirada,  se entiende como lenguaje certero.
Toda mi cabeza tembló esa madrugada, el corazón ya  saturado,  hizo sentir a la mente.

Un salto a lo eterno, un llegar a donde uno siempre está y sólo percibe cuando sus pies flotan sobre las arenas del tiempo

…que loco, estoy amando lo que no me das
estoy sintiendo lo bailado en mi, como una danza invisible refugiada en mi pecho.

Transito por la excelencia y me aprovecho de los tesoros que los ojos no alcanzan a ver.

No hay nada que pueda mejorar esto... me quedo; hasta que decidas irte.


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