…ya deja de
jugar corazón;
deja de
poner sueños en mi horizonte baldío
deja de
insuflar en mi pecho un eterno suspiro
deja de
traer palabras a mis delirios.
Ya deja de
inventar excusas para mostrar tu brillo
a nadie le
importa tu latido.
Has de
vibrar por ti
que la
sintonía de tu latir
permita ese
encuentro divino
y que todo
se vuelva luz invisible
a los ojos
del destino.
Porque nada
está escrito;
sólo lo
inevitable te hace heredero de lo infinito.