Del don del acierto
del estímulo tierno
del brillar sincero;
de ahí, mi respeto
de ahí mi consuelo
mi Ramo de rezos
mi paciente anhelo
mi conocerme por completo.
Por descuido, una mirada va….
rindiendo festejos
parando emociones
librando rituales
rozando placeres
saboreando verdades.
En certera sintonía
el agua y el fuego
se tocan, se miran;
se atreven a ser dos
siendo su sino
de materias tan distintas.
¡¡¡¡Que divina ironía!!!.
Elías Soy